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Estás leyendo RECORTES DE LA BUENA NIÑA Y DE LA MALA ABUELA de Zoran Geert

 

¿Por qué a veces es tan difícil

que los sueños

encajen con las realidades?

 

¿Será que los sueños se elevan demasiado

o que las realidades tienen poco vuelo?

 

 

 

II  Continúa hablándole

 

Te paso la mano por la frente, como

alejando a una nube que oscurece

tus ojos, como si estuviera en mí

poder hacerlo. Te miro como nadie

te ha mirado, como nadie trató

de verte.

       No seré yo, el que te lance

los dardos que el olvido no engaña.

No soy  yo, tu enemigo. Ni está en mí

devorarte con la excusa del amor.

No tengo excusas.

 

UNA GRAN LANGOSTA

DE AGUA COME A UN PERRO.

Lo soñé anoche.

 

¿Qué quiere decir? ¿No lo sabes? ¿Sabemos

muy poco?

 

            El perro quería agua. No

sabía que más allá del agua el agua

tiene dientes. Que el agua es otra cosa.

El solamente quería tomar agua.

Como tú. Como yo. Como perro que era.

El solamente quería que lo quieran.

Como tú. Como yo. Como perro que era.

 

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